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Cuando se acerca la finalización de las vacaciones aparece una especie de ganas de volver a empezar. Como si volviéramos a tener oportunidades para todo. Lo cierto es que queremos volver a ponerlo todo en orden y una de las formas de hacerlo es a través de una analítica, es muy importante cuidar de nuestra salud y ver qué tal estamos. Una de las principales preocupaciones de quienes tienen, por ejemplo, menstruaciones abundantes, es la de padecer anemia. El sangrado menstrual fuerte puede hacerte más susceptible a la falta de hierro.

La anemia en sí

La anemia consiste en la falta hierro que ocurre por la reducción de glóbulos rojos o también por la hemoglobina presente en la sangre. Es la misma hemoglobina la que contiene hierro y, asimismo, la que transporta moléculas de oxígeno a las células de todo el cuerpo. Si los glóbulos rojos disminuyen por la anemia el organismo no puede recibir suficiente oxígeno y, por lo tanto, no funcionaría de forma óptima. Aunque no lo parezca, la falta de hierro es mucho más problemática de lo que creemos. Una de las causas principales de la anemia puede ser la pérdida de sangre pero también puede ser por enfermedades crónicas, infecciones parasitarias y, cómo no, las deficiencias nutricionales, ya que hay muchas rutinas de alimentación que carecen del hierro que nuestro cuerpo necesita. Aunque los motivos son varios, el que nos concierne es aquel que está relacionado con las menstruaciones abundantes.

Menstruación y anemia

Todas las personas que menstrúan pueden verse más afectadas por la falta de hierro ya que durante la mayor parte de su vida, hay entre dos a cinco días al mes en el que pierden sangre. El hierro contenido en los glóbulos rojos también se pierde durante la menstruación, así que si no nutres a tu cuerpo con hierro para poder suplir la pérdida durante la regla, sería posible que desarrollaras anemia. Esto empeora en personas con sangrado muy abundante o muy fuerte. Son varios y muy diferentes los motivos por los que puedes tener una menstruación abundante, algunos pueden ser: adenomiosis (cuando el endometrio invade la pared muscular del útero), por fibromas, por pólipos o, uno de los más “normales”, por desórdenes en el sangrado. Esto se puede regular a través de, por ejemplo, la pastilla anticonceptiva. Obviamente, y como aclaramos siempre, lo ideal es consultar a un o una profesional que nos explique los motivos y que nos ayude a encontrar una solución.

Síntomas de la anemia

Algunos de los principales síntomas incluyen debilidad, cansancio, mareos o baja concentración entre muchos otros. Es posible notar que padeces esta falta de hierro si, por ejemplo, pierdes fácilmente el aliento haciendo actividades que hacías usualmente o si no consigues descansar del todo aunque duermas muchas horas. Eso sí, muchos de estos síntomas podrían no aparecer porque la anemia puede suceder de forma lenta y sigilosa, es por ello que hay que hacerse analíticas cada cierto tiempo, ya que la anemia es un problema muy grande que afecta a más personas de las que creemos. En cuanto a síntomas externos que puedes detectar son: palidez, cambios en las uñas, pérdida de pelo o sequedad en la comisuras de la boca.

Lo ideal es que consultes con un médico y no saques conclusiones propias pero si, por lo general, tienes periodos muy abundantes o fuertes, sería posible que también sufrieras falta de hierro. Una vez que lo sepas, ciertos cambios a mejor en tu rutina alimentaria podrían hacer que recuperaras esa falta de hierro hasta que puedas encontrar un punto de equilibrio que haga que tu cuerpo esté sano

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