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Suele ocurrir que cuando eres una niña y te encaminas hacia la adolescencia piensas constantemente en el momento en el que te crecerán los pechos. Parece como si estos fueran el verdadero rasgo de feminidad, uno de los más esperados. Pero puede pasar que ese momento nunca llega o que no llega como tú esperas. Pasar la adolescencia con los pechos muy planos o muy grandes no es agradable. Lxs adolescentes suelen ser algo crueles con este aspecto del cuerpo. La cuestión a tratar aquí es que las características de los pechos van mucho más lejos que tener las tetas grandes o las tetas pequeñas: todas son muy diferentes entre sí y aprender a amarlas sean como sean debe ser nuestro principal obejtivo.

El comienzo

El crecimiento de los pechos durante la adolescencia es causado principalmente por la secreción de estrógeno de los ovarios, con lo cual su tamaño o su forma está determinada por esto que es un proceso completamente muy diferente de un cuerpo a otro. Hay tantos pechos como cuerpos hay en este mundo y es bastante poco probable que haya algunos perfectamente idénticos. Cuando eres adolescente y también durante la juventud los pechos femeninos son puramente estéticos, por ello existe tanta preocupación por cómo serán, ya que se trata de una de las etapas más importantes de nuestra vida: se desarrolla la autoestima, se va conformando la personalidad y los vínculos que creamos pueden realmente conformar la forma en la que vivimos nuestras emociones. Justamente por todo esto es muy importante.

Más allá de lo estético

Lo que ocurre con los pechos es que existe también una etapa en la que van más allá de la estética. El pecho es una glándula mamaria que tiene un objetivo en el momento de la reproducción (siempre y cuando así lo desee la persona) y es el de la lactancia materna. Esto, que debería ser algo completamente natural, muchas veces se ha visto señalado por hacerlo en lugares públicos, con lo cual el pecho no ha parado de recibir miradas y represión en muchas situaciones diferentes. Sucede que los pechos también han sido publicitados como objetos que pueden hacerse más atractivos a través de la mejora artificial. Muchas mujeres consiguen empezar a quererse a sí mismas después de mejorar esta parte de su cuerpo. Y es muy necesario que entendamos que, sean como sean nuestros pechos, son perfectos y hermosos, incluso si has decidido operarlos.

Diferencias y salud

Los pechos pueden ser pequeños, grandes, asimétricos, relajados, colgantes, con forma de campana, que cada uno apunte hacia un lado, pueden ser atléticos, delgados, con forma de lágrima… Hay muchísimas formas y colores. No solo los pechos son diferentes, los pezones también lo son: pueden ser muy planos, desiguales, peludos, protuberantes, invertidos, abultados… Todos ellos también son muy diferentes entre sí y también son igualmente hermosos sean como sean. Lo que es realmente importante es saber cuándo no están sanos, así que si notas cualquier cambio que crees que no es habitual, consulta con alguien que te pueda explicar qué es lo que puede ocurrirte.

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