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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad. Hoy, Día Mundial de la Salud Sexual, venimos a reivindicar por qué es importante y por qué debe ser algo a lo que le debemos prestar atención. Nuestras relaciones sexuales definen mucho nuestra forma de ser y de relacionarnos con lxs demás y con nuestro cuerpo. Esto requiere, por tanto, que podamos tener relaciones sanas de respeto, disfrutando del placer sin tapujos, practicándolo con protección y siempre con consentimiento. De esta manera nuestras experiencias estarán basadas en algo positivo y saludable.

Los hábitos

Para poder tener una salud sexual cuidada hay muchos factores que entran en juego. Debemos generar unos hábitos y unas rutinas tanto físicas como emocionales determinadas. Esto no quiere decir que haya que encorsetarse y ser cien por cien estricto pero sí son factores que hay que tener presentes más de lo habitual. Es necesario, por ejemplo, tener una dieta equilibrada y practicar deporte, esto hará que aumente nuestra satisfacción y, por tanto, también la libido y el deseo. No solo sucede por algo químico de nuestro cuerpo, sino porque nos sentimos bien, saludables, atractivxs. El amor propio es indispensable en relación a la salud sexual, cuando nos sentimos bien con nosotrxs mismxs, atraemos y generamos buenos vínculos.

Las relaciones sexuales que vayamos a tener a partir de generar unos hábitos enfocados en lo físico y en nuestra propia salud también deben ser respetuosas, con consentimiento y con protección, de esta manera se evitarán enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados. En este aspecto la menstruación también es importante tenerla en cuenta. Muy equivocadamente creemos que durante el periodo las relaciones sexuales no son bienvenidas, sin embargo se trata de una decisión que deben poder tomar ambas partes de la pareja y hacerlo siempre y cuando les apetezca. Existen muchos beneficios para la salud sexual en tener relaciones durante la menstruación, entre ellos la disminución de las molestias, del estrés, la mejora de la comunicación y la confianza.

Las emociones

La salud sexual no solo necesita un bienestar físico, sino también emocional. El primer paso, como decíamos con anterioridad, es el amor propio, todos los hábitos que llevemos a cabo deben tener como base querernos y aceptarnos tal cual somos. Solo de esta manera podremos crear relaciones satisfactorias y sanas. Para que esto pueda suceder tenemos que alejarnos de comportamientos tóxicos como posesividad, celos o autoengaños, entre otros tantos. Además debemos tener en cuenta poder hacer ejercicios de, por ejemplo, meditación, para liberarnos del estrés que supone la rutina. El estrés o la ansiedad pueden producir una disminución en el deseo sexual, es importante tanto para unx mismx como para las relaciones con lxs demás, alejarse del estrés.

A partir de aquí es muy importante tener siempre buena comunicación, no quiere decir que sea posible desde el principio pero hay que aprender poco a poco a explicar qué nos gusta, cómo nos gusta, qué sentimos, qué nos atrae o qué no nos atrae entre tantísimas cosas. Es importante también preguntarle a la otra persona cómo se siente, generar estos diálogos mejorará la relación sexual. En cuanto a la parte más en solitario debemos explorar nuestro cuerpo, conocernos y aprendernos, esto también es un ejercicio para tener mejor salud sexual. Estos ingredientes junto a una buena información (siempre informarse bien) te ayudarán a que tu salud sexual esté de diez.

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